Estructura de mi clases de saxofón

Desde mi punto de vista, mantener una cierta estructura en cuanto a cómo afrontar las clases de saxofón, da al alumno y al profesor una correcta rutina que facilite la adquisición de los conocimientos que nos propongamos.

Esto no quiere decir que esta estructura sea invariable y no se modifique nunca, pero por norma general, esta forma de afrontar las clases que propongo, marca también el trabajo semanal del alumno.

La guía que debe marcar nuestra estructura debe estar supeditada a los objetivos que nos marquemos sin olvidarnos de trabajar el máximo número de elementos de la práctica instrumental con el saxofón.

Por normal general, la clase dura 1 hora y ésta la divido en dos grandes fases: técnica y repertorio.

Técnica de saxofón

Suele durar entre el 45% y el 55% del tiempo general de la clase. Este tiempo puede ser inferior en las enseñanzas elementales, por eso de mantener la atención del alumno y por mantenerlo activo leyendo y tocando música.

En esta sección trabajamos los siguientes elementos: calentamiento rutinario con el instrumento, sonido, afinación, ejercicios de escalas, arpegios, y articulación.

Para ello nos ayudaremos de herramientas como un piano, el afinador, el metrónomo, software de ritmos musicales, etc.

El material didáctico que utilizo lo puedes encontrar en la intranet.

También estudiamos en esta fase los estudios correspondientes a cada curso. Dependiendo del objetivo del estudio (técnico o musical), podremos considerar el trabajo con el libro de estudios un trabajo musical como si fuera repertorio.

Algunos de los libros de estudios para saxofón que suelo trabajar en mi programación son los de Pratti, Mule, Londeix, Klosé, Ferling, Lacour, etc.

Repertorio de saxofón

En esta fase, que dura el tiempo restante de la clase, practicaremos con los libros, métodos (enseñanzas elementales) e incluso algunos estudios para saxofón.

También tratamos aspectos de la técnica general que necesiten aplicarse al repertorio que estudiemos y muy posiblemente debamos trabajar el solfeo de lo que vayamos a tocar.

Siempre que sea posible y dispongamos de él, estudiaremos el repertorio con el acompañamiento musical, ya sea presencial (conservatorio) o con play along.

Los beneficios que aporta tanto a nivel musical como de motivación son innumerables.

El estudio del repertorio, requiere a su vez la audición guiada de distintas versiones de grandes saxofonistas para tener un mayor conocimiento estético del mismo. Para ello nos podemos apoyar de herramientas como YouTube o Spotify

Música en conjunto

Sin duda la clave que permite aprender música de una manera más efectiva, es hacerlo tocando acompañado de otros instrumentos.

Para el alumno es sumamente motivante y al profesor le permite trabajar aspectos musicales que en la clase individual es mucho más complicado. Tocar en conjunto favorece el desarrollo artístico y personal, ya que se aprende desde todas las partes.

En conclusión, la estructuración de las clases va evolucionando con los años, ya que voy aprendiendo de lo que funciona y de lo que no. Como docentes, debemos saber adaptarnos al alumnado que se tiene, intentando buscar el equilibrio entre sus capacidades y los objetivos que nos marquemos.

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