Transportar una obra o fragmento musical significa trasladarlo a otra tonalidad, manteniendo la relación interválica existente. Modifica la altura de los sonidos pero no cambia su relación tonal.
Dependiendo de la finalidad con la que vayamos a hacer un transporte, podemos realizar un transporte de dos formas: reescribiendo la música en otra tonalidad (utilizado en los instrumentos transpositores) o cambiando la clave.
¿Qué es un instrumento transpositor?
Un instrumento trasnpositor se le denomina a aquel que cuando hace una nota musical, el sonido no corresponde con la altura de la real (saxofón, clarinete, trompeta en sib, trompa, etc.)
Poniendo el ejemplo del saxofón alto (que está en Mib), quiere decir, que cuando el saxo hace una nota Do, en realidad está sonando un Mib real. El saxofón tenor, que está en Sib, cuando hace una nota Do, está sonando un Sib real.
Hay instrumentos como el flautín o la tuba que no suenan a la octava real, si no una por encima o una por debajo.
De esta manera, podemos tocar instrumentos transpositores de la misma familia con las mismas posiciones, aunque cambien los sonidos reales que estamos escuchando.
Escribiendo la música
Esta forma de transporta consiste simplemente en sustituir la armadura de la nueva tonalidad (respetando modalidad) que vayamos a escribir y trasladamos las notas respetando su interválica, teniendo especial cuidado con las alteraciones accidentales, que también tendremos que modificar.
Cambiando la clave
Esta forma, algo más complicada, consiste en cambiar la clave conservando las notas escritas. Lógicamente, éstas cambiarán de nombre, y por tanto se adaptarán a los instrumentos transpositores.
Lo que tenemos que hacer es buscar cómo necesitamos que se llame la tonalidad o la primera nota que tenemos y buscar una clave que se adapte.
Si la primera nota, escrita en clave de sol, es un Do en DoM y necesitamos que sea un Re de ReM, debemos modificar la armadura correspondiente y buscar la clave correcta, en este caso la clave de Do en tercera.