Adolphe Sax

Vida de Adolphe Sax

Adolphe Sax creció junto a su familia en la pequeña ciudad de Dinant en Bélgica. Su padre (Charles Joseph Sax, 1790), aunque ebanista de profesión en un principio, mostraba su afición por la música tocando el serpentón. La fabricación de un serpentón para él mismo, fue un hecho que repercutiría enormemente en su vida, pues llegó a convertirse en su profesión en el futuro.

En 1813 contrae matrimonio con María Joseph Masson y el 6 de Noviembre de 1814 nace Antoine Joseph Sax siendo el primogénito de once hermanos.

Después de la caída del primer imperio de Napoleón, se traslada toda la familia a Bruselas y con escasos medios económicos, se estableció en la casa de la Rué L´Eveque nº 1344 empezando la fabricación de instrumentos musicales de una manera autodidacta, incluso  construye sus propias máquinas y herramientas.

Desde 1815 a 1820 fabrica también, aparte de serpentones, clarinetes y fagotes. Se convierte en el primer fabricante de instrumentos de Bélgica patentando numerosos nuevos instrumentos como la Trompa Omnitónica, arpas, liras, guitarras, etc. La fábrica va creciendo tanto en número de trabajadores como en innovaciones técnicas para instrumentos como la flauta, el fagot, el clarinete o el oboe. Se convierte en el suministrador de instrumentos de las bandas militares de Bélgica.

A partir de 1852, y a raíz de la muerte de  siete de sus hijos, se traslada a París con su hijo A. Sax, a quien responsabiliza de la fabricación de los saxofones en sus talleres de la Rué Saint George nº 50 donde permanece hasta su muerte en 1865.

La semejanza entre la vida de Adolphe Sax y su padre es sorprendente. La figura paterna influyó desde siempre y considerablemente en la formación tanto profesional como humana de Sax. Trabajó con él en los talleres de Bruselas, donde se formó y después en su propio taller de la Rué Saint George nº 50 de París, antes nombrado.

Antoine Joseph Sax

Más conocido por Adolphe Sax, pasó su infancia en el taller de su padre donde se familiarizó con la construcción de instrumentos, despertando su ingenio y habilidad prematuramente, así pues era capaz de construirse sus propios juguetes con materiales sobrantes del taller. Su padre lo envía en 1828 a estudiar a la Escuela Real de música junto a sus hermanos. Estudia allí canto, solfeo, flauta, armonía y clarinete. Esta toma de contacto con el clarinete le hace apreciar sus imperfecciones y decide mejorarlo.

A los dieciséis años, Sax, presenta dos flautas y dos clarinetes construidos en marfil en la exposición de la industria de Bruselas de 1830, donde su padre expone más de cuarenta instrumentos. Oficialmente se presenta por primera vez en la exposición nacional de Bruselas de 1835, mostrando su clarinete de veinticuatro llaves, siendo éste objeto de admiración por los asistentes Fauré, Valerius o Bender.

Sax registra su primera patente el uno de Julio de 1938 para un nuevo sistema de clarinete Bajo. Este hecho es el que haría a Adolphe un nombre importante. En 1836, el director de la Societé Philarmónica invita a Sax a tocar su nuevo clarinete Bajo en un concierto. La fama del nuevo clarinete Bajo y de su inventor llega a París, propagándose entre los grandes clarinetistas y directores de la época y convirtiéndolo en objeto de fascinación y admiración.

A su regreso a Bruselas y con el afán de perseguir la idea de mejorar su clarinete Bajoaunando la fuerza de los instrumentos de metal y la suavidad de la madera, y después de varios ensayos infructuosos, crea un nuevo instrumento, a la vez amplio y expresivo llamado, saxofón.

…” M. Sax hijo ha inventado un clarinete contrabajo en cobre,… el saxofón es el Niágara de sonido”.

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Los comienzos del saxofón

Sax vive con su padre en la Rué Notre Dame aux Neiges en Bruselas, pero en la exhibición de la industria Belga de 1841 exponen por separado. Según el catálogo oficial, A. Sax presentó siete u ocho instrumentos y dos accesorios, y entre ellos estaba un saxofón bajo en Do.

El comité organizador lo nombra para la medalla de oro, pero la propuesta no es aceptada por el jurado central, alegando que A. Sax es demasiado joven; éste responde indignado: “si soy demasiado joven para la medalla de oro, también soy demasiado viejo para la de plata”. La falta de reconocimiento a su talento fue uno de los motivos que le impulsó a abandonar su ciudad.

A principios de 1842, el General Rumigny, a su paso por Bruselas, se interesa por la perfección de los instrumentos de Sax y le informa sobre los proyectos de reorganización de las músicas de la Armada francesa, en clara decadencia desde 1830. Intentando mejorarlas se creó el Gymnasie de Musique Militaire, animando a Sax a trasladarse a París. La idea causa efecto y decide trasladarse a París, donde ya es conocido por personalidades influyentes que le proporcionarían su apoyo.

Antes de su mudanza definitiva, se entrevista en Junio de 1842 con Berlioz. Le muestra su clarinete Bajo y el saxofón recién inventado, y más tarde éste escribe un artículo en el Journal des Debats del doce de Junio de 1842: “A. Sax y sus instrumentos”:

“Es un hombre de espíritu penetrante, lúcido, obstinado, con una perseverancia a toda prueba, de una gran destreza………… a la vez calculador, acústico, en caso de necesidad fundidor, torneador y cincelador, él sabe pensar y actuar, él inventa y ejecuta”, “Yo no conozco instrumento actualmente que pueda comparársele en rendimiento, su sonido es pleno, delicado, vibrante, de una fuerza enorme y susceptible a poder suavizarse”

La figura de Berlioz fue muy decisiva para Sax. El artículo despertó interés y desasosiego al mismo tiempo entre músicos y fabricantes de instrumentos.

Adolphe Sax se traslada a París

En Octubre de 1842 se traslada definitivamente a París, ante la oposición paterna por mal presagio (que después se cumpliría), después de pasar por Berlín, para estudiar la fabricación alemana de clarinetes, y de rechazar ofertas de Londres y San Petersburgo.

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Una vez instalado en su modesto taller de París, Sax comenzó a fabricar modelos de instrumentos de viento metal y de viento madera de una calidad magnífica, introduciendo pronto mejoras en los mismos, así como inventando otros nuevos. La variedad de este trabajo viene ilustrada por los registros de patentes francesas de los siguientes diez años: las familias de saxhorns (1845) y saxo-trombas (1845); los saxofones (1846); un accesorio para el bugle militar para dotarlo de una brújula cromática (1849); un fagot de líneas ‘racionales’ (1840, 1851); un trombón mejorado (1852); y un sistema original de seis válvulas independientes para instrumentos de metal (1852).

Puso a la disposición de cada instrumento de banda y de orquesta sus grandes dotes inventivas. Ideó, entre otras cosas, timbales sin calderos, un contrabajo afinado por quintas y un piano mejorado. También experimentó con la acústica de la sala de conciertos y concibió otras ideas musicales, junto con otras no musicales, algunas de ellas extrañas. Sax no dejó ningún apunte válido que nos aclare cómo llegó a concebir el saxofón, pero existe la firme posibilidad de que esto ocurriera al comenzar con sus experimentos en Bruselas, para mejorar la afinación inestable del Oficleido.

Para probar sus diferentes instrumentos, Sax, formó una pequeña Banda de músicos competentes que actuaron con regularidad en su fábrica, a menudo antes de tomar sus notas personales.

Hacia 1845, el gobierno central mostró su preocupación por el descenso en el cumplimiento de las normas referentes a la música del ejército francés, y a principios de aquel año, Sax, se dirigió al Ministro de Guerra, Conde Rumigny, con propuestas para una reforma que incluían el empleo de sus propios instrumentos, diseñados expresamente para las condiciones de servicio. Se nombró una comisión de investigación bajo la presidencia del ministro, que convocó una competición pública el veintidós de Abril entre una banda de treinta y ocho  músicos dirigida por Sax, y una banda militar mucho más grande que las tradicionales.

El juicio emitido por el gran y representativo jurado resolvió a favor de la adopción oficial de los instrumentos de Sax, y le concedió lo que era, en la práctica, el monopolio encubierto de la música militar francesa.

Los problemas de Sax

El brillante debut de un rival joven, activo, ambicioso y extranjero no fue bien recibido por los viejos fabricantes de instrumentos establecidos en Francia, y casi inmediatamente Sax, vio cómo sus actividades eran obstruidas por éstos, a pesar de que con toda probabilidad nunca produjo versiones propias de las ideas de otros.

Muy pronto adoptó el “Pumpen Berlinés” de Wilhelm Wieprecht y Moritz. Sin embargo, algunos fabricantes parisinos tomaron medidas extremas: Sax fue sometido a campañas de prensa corrompidas; tentaron a sus mejores trabajadores con salarios más altos; un fuego misterioso destruyó parte de su fábrica; incluso fue atacado físicamente. Todo esto sucedió poco tiempo antes de que la ley fuera recurrida, y los pleitos por la nulidad de sus patentes fueran abundantes.

El resto de su vida estuvo implicado en una serie de juicios, algunos iniciados por él mismo como venganza, y en el momento de su muerte todavía algunos carecían de resolución. Destaca el instituido por el fabricante Remaches de Lyon, probablemente instigado por otros. Se reclamó la nulidad del pleito ya que las dimensiones de los taladros de los saxhorns habían sido ya establecidos previamente en otros instrumentos, el principio de las válvulas de pistones había sido elaborado por Blühmel y la forma general de los instrumentos ya había sido adoptada por otros fabricantes. Sax ganó este caso, pero perdió muchos otros. Los pleitos lo arruinaron (se declaró en bancarrota en 1856 y en 1873, aunque continuó trabajando gracias a su gran fortaleza) aunque también llevaron a la ruina a varios de sus enemigos.

Se dijo que los éxitos de Sax en el ámbito de la música militar, por los que fue condecorado en Francia y otros países, privaron a algunos renombrados fabricantes de su principal fuente de ingresos (entre los que podríamos citar a Raoux, Labbaye, Halary y Besson), lo que les condujo inevitablemente al cierre prematuro de sus negocios.

Tras la muerte de Sax en 1894, sus hijos continuaron con el negocio al amparo de unas condiciones más pacíficas, y uno de ellos, Adolphe-Edward Sax (1859-1945) llegó a ser director escénico de la Banda de la Ópera, puesto que su padre había ostentado desde 1858 hasta su muerte.

El legado del saxofón

De todos los inventos de Sax, sólo los saxhorns y los saxofones lograron alcanzar un uso duradero. El saxofón fue apreciado en sus inicios por los músicos de bandas civiles y militares, y la enseñanza del instrumento corrió a cargo del propio inventor, que consiguió que ésta se incluyera en el programa de estudios del Conservatorio de París en 1858. No obstante, las clases fueron suspendidas en 1871, y no fueron reanudadas hasta 1942, año en el que el famoso Marcel Mule asumió la dirección de las clases.

El cuarteto de saxofones se utiliza de manera regular en las bandas de instrumentos de viento. El inventor nunca habría podido imaginar la popularidad que alcanzó el saxofón, hasta el punto de convertirse en símbolo del espíritu de “La Era del Jazz” tras la Primera Guerra Mundial.

La notoriedad que alcanzó el instrumento y los prejuicios que se generaron en los círculos más conservadores contra el saxofón desaparecieron, afortunadamente, a finales del s. XX.

Vídeo documental Sax Revolutions

Este documental retrata de una manera bastante fiel los hechos más importantes de la vida de Adolphe Sax como inventor del saxofón:

Sax Revolutions: La vida de Adolphe Sax

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