Método de estudio en la Música

Para cualquier estudiante de música o músico profesional es muy importante establecer un eficiente método de estudio y práctica con su instrumento musical.

Aprender a aprender es un proceso que requiere de experiencia y evolución, ya que necesitas conocer tu mejor y más productiva forma de aprender. Una práctica efectiva será sinónimo de una mejor interpretación musical.

La metodología que debemos aplicar variará según nuestras condiciones, nuestros objetivos y nuestra experiencia previa. Debemos buscar la forma más natural y que más consiga motivarte para conseguir tus objetivos.

Si eres una persona metódica, posiblemente sobre el papel lo tengas más fácil, pero si no lo eres, busca una alternativa, una solución, que será igual de válida que cualquier otra.

La clave es que busques el proceso más óptimo para ti y para tu forma de aprender, independientemente de lo que mejor le funcione a otros.

En este artículo, voy a contarte la metodología de estudio que mejor funciona bajo mi experiencia, con algunas alternativas.

Beneficios de establecer una técnica de estudio correcta en la Música

Establecer una eficiente técnica de estudio en la música llevará estos beneficios:

  1. Ser más eficientes en cuanto al tiempo. Necesitarás emplear menos cantidad de tiempo si tu práctica es más efectiva.
  2. Mejores resultados en todos los niveles. Evitarás cometer algunos errores que luego serían más costosos de corregir.
  3. Elevas el nivel de detección de errores propios. Serás más consciente de tus aptitudes y limitaciones y eso provoca que identifiques más los errores que puedas cometer.
  4. Mejor elección del qué estudiar. Una buena técnica de estudio produce que conozcas mejor tus objetivos, ayudándote a tener mejores decisiones en cuanto a tu práctica musical.

Metodología de estudio en la Música

Vamos a establecer una guía, un método que nos ayude a conseguir nuestros objetivos musicales:

  1. Establecer los objetivos que nos marquemos.
  2. Cuánto estudiar.
  3. Elección de los contenidos y de los recursos materiales.
  4. Definir las estrategias.

Establecer los objetivos que nos marquemos

Es muy importante tener objetivos en la práctica musical. Estudiar por objetivos nos permite focalizarnos y encontrarle un sentido a nuestra tarea, haciendo que nuestra motivación sea mayor.

Tenemos que tener en cuenta tres tipos de objetivos: a corto, a medio y largo plazo; y establecer estrategias para conseguirlos todos.

El estudio del repertorio puede ser el eje central que articule y de forma a estos objetivos.

Cuánto estudiar

A partir de fijar unos objetivos, debemos asignar un tiempo para lograrlos. Es posible que necesitemos varias semanas o meses,pero la planificación semanal será la que mejor funcione.

Utiliza técnicas y herramientas de productividad, como el time blocking, las listas de tareas o el cuaderno de seguimiento.

Mi consejo es que definas qué días y en qué horario te vas a dedicar a la práctica con el instrumento.

Sé realista y no peques de optimismo.

Contenidos y recursos materiales

Si estás estudiando con un profesor de música, éste te ayudará en esta tarea. Es muy importante la elección del repertorio, ya que a partir de ahí, tendrás que definir los contenidos a practicar.

Por ejemplo, si vas a estudiar una obra del post-romanticismo con el saxofón (suelen tener un carácter virtuoso), tanto los ejercicios técnicos, como los de los libros de estudios irán encaminados a conseguir una limpieza articulatoria, cierta velocidad en la digitación, igualdad de registros, etc.

Independientemente es obligado establecer una buena rutina de estudio técnico con el instrumento que te permita abordar cualquier problema con el mismo.

Definir estrategias

Esta cuestión responde a la pregunta de cómo estudiar. Después de saber el qué y el cuánto estudiar, debemos definir cómo lo vamos a hacer.

La metodología y la estrategia es tan importante o más que todo lo anterior, ya que si nos marcamos objetivos, debemos elaborar un plan para conseguirlos. El éxito dependerá en gran medida de estos hábitos, rutinas y planes de trabajo que confeccionemos.

Simplemente por establecernos unos objetivos no los vamos a conseguir. Es solo el primer paso para definir una estrategia efectiva.

Utiliza las herramientas que necesites y adapta este proceso a la forma que mejor te funcione:

  1. Análisis de la partitura. El análisis musical y escucha de la obra conseguirá que conozcamos mejor la pieza.
  2. Rítmica y melodía. Solfear evitará errores rítmicos y melódicos futuros.
  3. Organización de la partitura.
  4. Elección de herramientas. Escucha buenas versiones para inspirarte, utiliza el metrónomo, el afinador, otros instrumentos, etc.
  5. Primera lectura. Es fundamental para empezar a darle forma a nuestro objetivo.
  6. Rutina de estudio. Trabaja la técnica general, una más específica para la pieza y sé constante en el trabajo.
  7. Trabajo ordenado de la partitura. El estudio de forma lenta ayuda a asimilar bien los conceptos y no caer en el placer de tocar rápido.
  8. Resolver problemas. Siempre los vas a tener, lo importante es identificarlos y conseguir resolverlos.
  9. Memoria y compresión de la obra. En este momento todo el trabajo previo empieza a tener sentido.
  10. Audición pública. Es el último escalón para el aprendizaje, o el primero para seguir evolucionando, depende de la perspectiva.

Como conclusión, puedo afirmar que el estudio musical requiere de tres habilidades personales imprescindibles: paciencia, constancia y capacidad de superación.

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