El miedo escénico

Uno de los grandes temores que tenemos los seres humanos es el llamado miedo escénico. Hablar, tocar o actuar delante de un público, es una capacidad que debemos aprender, y que a priori, le tenemos auténtica fobia (glosofobia).

El miedo o pánico escénico, podemos definirlo como la reacción de ansiedad que el músico/persona tiene ante una actuación por efecto de pensamientos anticipados sobre posibles consecuencias negativas. La psicología estudia y aplica técnicas para tratar las respuestas de ansiedad, logrando con su práctica modificarlas y controlarlas. 

Por ello se hace necesario en la educación, realizar distintas terapias o realizar distintas pautas para controlar este tema. Las manifestaciones más comunes para detectar el miedo escénico son:

  • a nivel fisiológico: respiración acelerada, sudoración excesiva, boca seca…
  • a nivel cognitivo: fallos de memoria, confusión mental, expectativa de fracaso y temor al rechazo y al ridículo.
  • a nivel conductual: intento de escape de la situación, comportamientos automáticos, temblor de la voz…

Cómo trabajar el pánico escénico

Lograr el auto-control que permite al intérprete superar estas reacciones no es tarea fácil, ya que se necesita una buena preparación mental. Es muy importante realizar un trabajo de auto-control desde el principio, desde que somos pequeños, con ayuda de las diferentes técnicas de las que voy a hablar a continuación:

  • Trabajar la relajación: se tienen que practicar ejercicios para tener un control físico de nuestro cuerpo. Así, podremos controlar también nuestra mente. Unas de las técnicas que más recomendaría sería la del control y ejercicios de respiración.
  • Visualización mental: trabajar correctamente el concierto, así como imaginarse la situación del mismo se hace fundamental para controlar esas inseguridades que pueden acabar con nuestra concentración y provocarnos el pánico tocar en público.
  • Trabajar la concentración: uno de los factores a tener en cuenta para tocar en público es que hay que alcanzar un gran grado de concentración. Ésta se puede trabajar también cuando estudiamos. Debemos entrenar que la mente esté centrada pese a recibir estímulos externos.

Trabajar para no sufrir el temible miedo escénico podría resumirlo en tres acciones que para mi son fundamentales:

  1. Hacer escenario: Cuanto más se toque en público, más curtido y más se normalizará esta acción. Habla en público, toca todo lo que puedas, etc. y cuanto antes empieces a hacerlo, mejor. Por eso se tiene que incidir tanto en nuestros alumnos. Cuanto más se normalice, mucho mejor.
  2. Orden y trabajo: Si eres ordenado en el estudio y en el escenario, y trabajas correctamente, se tendrá todo más controlado y no sufrirás, sino todo lo contrario, estarás deseando mostrar tu buen trabajo a todo el mundo.
  3. Mentalidad positiva: Actitud positiva, no tener miedo al ridículo, pensar en el presente y no pensar en el pasado o en el futuro. No tener miedo al qué dirán. En definitiva, disfrutar de lo que haces es la clave del éxito.
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