Al practicar cualquier partitura, uno de los pasos previos que tenemos que seguir, es identificar la tonalidad, modalidad o armonía principal sobre la que se escribe.
Si hablamos de música tonal, ésta gira entorno de tres acordes principales y con una armadura concreta. A partir de esta tonalidad, las melodías se construyen a través de escalas, arpegios, etc. teniendo como referencia una serie de acordes.
El acorde más elemental es el de Tónica (madre) seguido por el de Dominante (padre) y Subdominante (hermanos) Todo la construcción musical gira entorno a esta jerarquía armónica.
También nos podemos encontrar partituras que se basan en los modos o simplemente no toman ninguna jerarquía armónica.
¿Por qué debemos identificar la tonalidad de una partitura?
El análisis musical es fundamental a la hora del estudio y de la interpretación de cualquier pieza musical. Uno de los primeros pasos que debemos dar para el análisis de una partitura es el de la armonía.
Programamos el estudio y la práctica de la armonía de una partitura mediante escalas, ejercicios, etc. nos servirá para una mejor interpretación y dominio de la pieza.
Cómo averiguar la tonalidad de una pieza musical
Debemos analizar y fijarnos en una serie de puntos clave o pistas que nos da la partitura:
- Armadura para averiguar la posible tonalidad.
- Armonía.
- Acorde final.
- Primer acorde.
- Frases musicales.
- Escalas utilizadas.
Con estos puntos, podremos averiguar una gran parte de la música tonal. Establecemos pues los puntos estables y de tensión que produce la armonía. Vamos a analizar unos ejemplos:
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