El sonido del saxofón

Los músicos de viento tenemos que cuidar y mejorar nuestro sonido con el saxofón a lo largo de nuestra carrera profesional. Es nuestra huella musical y es una característica que debemos siempre tener en cuenta.

El sonido se produce directamente con nuestro cuerpo, y por ello, debemos mantener una serie de hábitos saludables que mejoren, entre otras cosas, nuestra respiración y nuestra capacidad pulmonar. Ademas, debemos buscar una eficiencia de nuestros recursos, tanto físicos como psicológicos, que nos permitan alcanzar los objetivos que nos marcamos.

Por ello la necesidad de escribir este artículo con algunos ejercicios para mejorar el sonido con nuestro saxofón.

¿Qué es el sonido?

El sonido es una onda que se genera a raíz de la vibración de un cuerpo sonoro.  Los músicos de viento, producimos el sonido mediante la vibración de la caña o la de nuestros labios. Por lo tanto, relacionamos la cantidad y presión del aire con la obtención de un buen sonido, ya que debemos manejar un gran volumen de aire.

En nuestra especialidad instrumental, tener un bueno sonido es sinónimo de:

  • Sonido estable: cuando manejamos correctamente la columna y la presión de aire (velocidad de aire)
  • Sonido homogéneo: cuando igualamos todos los registros en cuanto color, presión, redondez, etc.
  • Sonido con proyección: cuando proyectamos el sonido lejos, como si habláramos con alguien al final de la sala y no al lado, independientemente del volumen.
  • Sonido redondo: cuando un sonido suma todo lo anterior y podemos modificar sus características tímbricas para que sean agradables.

Nuestro sonido se forma a lo largo de los años de estudio, y puede conseguirse gracias al trabajo practico y a la imaginación, la imaginación de buscar el sonido que queremos.

Ejercicios para mejorar el sonido con el saxofón

Unimos el hecho de que para la obtención de un buen sonido debemos manejar el aire, por consiguiente, la respiración. Debemos optimizar las oportunidades que nos proporciona nuestro cuerpo. Para ellos te voy a proponer una serie de ejercicios, de práctica diaria a lo largo de años, para conseguir el sonido que queremos:

Trabajar la respiración sin el instrumento

Abordaremos muchos de los aspectos de la respiración diafragmática. Esta serie de pautas es muy aconsejable:

  • Obtener una buena postura que permita llegar a la relajación.
  • Hacer estiramientos del cuerpo (cuello, brazos, manos, espalda, tronco, etc.)
  • Ejercicios de respiración abdominal (inspiración-espiración). Estos ejercicios consisten en inhalar y exhalar aire durante unos segundos, llenando y vaciando los pulmones de aire cada vez. Debemos fijarnos en la manera de tensionar y relajar que tiene nuestro cuerpo y concienciarnos del dominio de todos los músculos que intervienen en la respiración.
  • Trabajos con aparatos respiratorios: el trabajo con aparatos es muy recomendado ya que permiten tomar conciencia de nuestras capacidades:
    • Inflar unos simples globos (los cuales hay que hacer cierta fuerza)
    • Sostener un trozo de papel en la pared: soplando un trozo de papel pequeño en una pared lisa hace que el flujo de aire sea constante y con presión.
    • Breath Builder: este aparato incentivador de la inhalación y la exhalación consiste en soplar en un tubo con agujeros con una bola dentro. Estos agujeros hacen cambiar la resistencia del aire.

Trabajo con el instrumento

  • Notas tenidas: practicar notas largas en distintos registros y matices es, según mi opinión, uno de los mejores ejercicios para mejorar el sonido del saxofón y el imprescindible.
    1. Utilizar cualquier escala para hacer estas notas largas y además practicar escalas y ejercicios todo ligado.
    2. Intentar aguantar más tiempo cada vez.
    3. Este ejercicio ayuda a trabajar la relajación física y mental, la proyección y la estabilidad del sonido.
  • Notas filadas: este ejercicio, parecido al de nostas tenidas, consiste en empezar una nota pppfff y hacer un crecesdendo o disminuendo lo más progresivo posible. Este ejercicio también ayuda a trabajar la concentración.
  • Ejercicios de flexibilidad: practicar intervalos de tercera, cuarta, quinta, octava, etc. y practicando con distintos saxofones: soprano, alto, tenor o barítono. Esto ayudará a una gran flexibilidad de la embocadura y garganta que redundará en la obtención de un buen sonido.
  • Trabajar la emisión del sonido: la primera producción del sonido también es muy importante. Hacer la emisión soplada ayuda a la focalización del mismo.
  • Articulación: la articulación también forma parte de la obtención de un buen sonido, ya que la emisión del mismo y la relación de un sonido con otro también afecta al mismo.
  • Afinación y timbre: estas cualidades del sonido van unidas, y su mejora, es imprescindible para obtener un buen sonido, independientemente del estilo que se estudio.
  • Trabajar el Vibrato: este efecto embellecedor del sonido es muy común hoy en día, tanto en el saxofón clásico como en el jazz. Se utiliza con fines expresivos de la música.

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En conclusión, puedo afirmar que la obtención de un buen sonido lleva detrás un trabajo arduo durante años, y que ese sonido, no depende del material que usemos en un gran porcentaje, depende de nosotros.

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